15 mar 2011
Un anzuelo
Ese gancho clavado en mis manos
no me deja salir de esta cárcel
el lamento me arroja al último peldaño
me aprisiona, se roba mi sangre
Cuantas palabras conoce mi mente
tan poco escuchadas en la vida
por las noches acarician mi presente
en la perspectiva que creo en mis prismas
Me muestran el poder de la luz
opacado por la oscuridad
me muestra el ataúd de un sentir común
asesinado por la humanidad
y puedo ver también el genocidio
donde el numero es muy grande
es de alguien que nunca nadie ha visto
alguien que se dice está en todas partes
veo el extenso y amargo tallo de la vida
donde uno mismo le inventa los pétalos blancos
el máximo generador de la envidia
en los que no pueden concebir lo que no es regalado
ese gancho clavado en mis manos
a mi mente aprisiona con sentimientos
mastica mis horas en un crudo letargo
de desangre de vagos pensamientos
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