19 ene 2010

Fin cercano


Un zumbido llegara a los sentidos del ser humano poniendo en evidencia el final próximo.

Muchos correrán inútilmente, otros se resignaran a lo que se avecina y habrá quienes huirán de la faz de la tierra.

El descontrol será tanto que los ojos de las personas no podrán evitar el llanto, la crueldad se expandirá imponentemente por todos y cada unos de los rincones de este planeta.

La tierra vomitara sus heridas ardientes volviéndose inestablemente asesina.

Sus hielos derretidos nos ahogaran los desvelos de quienes pensaban en esto se harán reales verán sus pesadillas hacerse realidad y sus miedos tomaran forma.

La locura será la virtud más grande en esos tiempos trágicos.

Ser ciego, ser sordo será un beneficio.

En una habitación vacía se verá un muñeco de peluche sangrando su pérdida inocencia que alimentaba sus días de compañía.

Una silla en una colina esperara por alguien que nunca llegara para descansar en ella y terminara perdida en una grieta que parecerá la puerta de un infierno.

Los arboles ya secos serán la leña de nuestro caldero donde nuestras ciudades y hogares se consumirán y desaparecerán tras el humo de sus llamas.

Un final próximo nos pega en la frente y no lo queremos ver.

El grito de la tierra y de cada uno de sus seres vivientes llega a nuestros oídos y no los queremos oír.

Ya las consecuencias de nuestra inconsciencia nos darán sus amargos y venenosos frutos.

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